Heridas

Hay heridas que dejan huellas en el corazon...

jueves, 21 de febrero de 2013

Mi adios

En esta tarde tan triste, con un cielo sombrío
exhibiendo nubes de lágrimas que caen sobre melancólicos
árboles, despojados de sus trajes multicolores; veo que ya
nada me resta en este lugar.

Mi mirada, nublada, vaga a mi alrededor; como queriendo
rescatar alguna cosa válida que pueda llevar como recuerdo.
Pero una voz dentro de mí repite sin cesar: “nada sirve, nada sirve”…

Mi pecho, desvalido, deja escapar un gemido
cuando miro la puerta, que abierta, parece darme la despedida.
Hasta me parece escuchar una voz, salida de no sé dónde
que me susurra “adiós, adiós… Hasta nunca más”.

Entonces sí; con un grito, mezcla de rebeldía y desesperación
repito: ¡adiós, adiós, adiós!; y corren mis pies hacia la puerta;
frenéticos, desatinados; y una lluvia de lágrimas va cayendo
sobre el piso; quizás queriendo borrar el último vestigio de mi existencia.
¡Adiós! nada llevo, porque nada sirve; me voy hacia la nada.

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