Heridas

Hay heridas que dejan huellas en el corazon...

viernes, 5 de octubre de 2012

Chernobyl. 26 de Abril de 1986.

La Central Nuclear de Chernobyl se encuentra en Ucrania, a 18 kilómetros N.O. de la ciudad de Chernobyl, a 16 kilómetros de la frontera entre Ucrania y Bielorrusia y a 110 kilómetros de Kiev, capital de Ucrania.
En el perído que comprendió los años 1977 a 1983 se pusieron en marcha cuatro reactores nucleares con capacidad para producir 1.000 MW cada uno. Se construían dos reactores más, cuya estructura carecía, al igual que las demás, de las medidas de seguridad que para ese entonces ya se imponía a todos los reactores nucleares de uso civil en occidente. La más importante de estas falencias era que los reactores carecían de edificio de contención.
El núcleo del reactor estaba compuesto por un inmenso cilindro de grafito de 1.700 tn, dentro del cual 1.600 tubos metálicos resistentes a la presión alojaban 190 tn de dióxido de uranio en forma de barras cilíndricas. Por estos tubos circulaba agua pura a alta presión que, al calentarse, proporcionaba vapor a la turbina de rueda libre.
Entre estos conductos de combustible se encontraban 180 tubos, denominados «barras de control», compuestos por acero y boro que ayudaban a controlar la reacción en cadena dentro del núcleo del reactor.

El desastre
En la madrugada del 26 de Abril de 1986, durante un prueba de medidas de seguridad, una conjunción de errores humanos y las falencias edilicias desencadenaron una explosión en el núcleo del reactor, que produjo la voladura del techo blindado del mismo, arrojando fragmentos de combustibles y grafito en llamas, que produjeron una treintena de incendios más.
Hacia las 5:00 de la mañana, los bomberos habían apagado la mayoría de ellos, con costos terribles en vidas por la sobreexposición a la radiación.
Luego de fracasar en su intento de inundar al núcleo para enfriarlo, los soviéticos decidieron cubrirlo con materiales absorbentes de neutrones y rayos gamma (plomo, sustancias boradas, arena, arcilla, dolomita). Del 28 de abril al 2 de mayo, se dedicaron a hacerlo desde helicópteros. El primer acercamiento desde el aire evidenció la magnitud de lo ocurrido. En el núcleo, expuesto a la atmósfera, el grafito del mismo ardía al rojo vivo, mientras que el material del combustible y otros metales se había convertido en una masa líquida incandescente. La temperatura alcanzaba los 2.500 °C y en un efecto chimenea, impulsaba el humo radiactivo a una altura considerable. Era tarde. Una gigantesca nube radiactiva comenzaba a extenderse por toda Europa.
Se cavó un túnel por debajo de la central, para introducir un piso de hormigón y evitar la contaminación de las napas de agua subterránea. Así consiguieron que cesaran las grandes emisiones de material radiactivo. La consecuencia inmediata del accidente fue la muerte de 31 personas, 2 por la explosión y 29 a causa de la radiación. Todas formaban parte del personal de la planta.
Al mismo tiempo, los responsables de la región comenzaron a preparar la evacuación de la ciudad de Prípyat y de un radio de 10 km alrededor de la planta. Esta primera evacuación comenzó al día siguiente de forma masiva y se concluyó 36 horas después. La evacuación de Chernbyl y de un radio de 36 km no se llevó a cabo hasta pasados seis días del accidente. Para entonces ya había más de mil afectados por lesiones agudas producidas por la radiación. Para Mayo de 1986, aproximadamente un mes después del accidente, todos los habitantes que habían vivido en un radio de 30 km alrededor de la central habían sido desplazados. Sin embargo la radiación afectó a una zona mucho mayor que el área evacuada.
Se calcula que 135.000 personas tuvieron que ser evacuadas inmediatamente de los 155.000 km² afectados, permaneciendo extensas áreas deshabitadas durante muchos años al realizarse la relocalización posterior de otras 215.000 personas. La radiación se extendió a la mayor parte de Europa, permaneciendo los índices de radiactividad en las zonas cercanas en niveles peligrosos durante varios días. La estimación de los radionucleidos que se liberaron a la atmósfera se sitúa en torno al 3,5% del material procedente del combustible gastado (aproximadamente 6 toneladas de combustible fragmentado) y el 100% de todos los gases nobles contenidos en el reactor. El reactor fue finalmente recubierto con un sarcófago de hormigón, que proveyó un blindaje suficiente como para trabajar en los alrededores. Para evacuar el calor residual, se instalaron ventiladores y filtros.
Muchas hectáreas de campo quedaron inutilizadas por la deposición de material radiactivo. Teniendo en cuenta las dosis recibidas por los 135.000 habitantes de los alrededores, los modelos matemáticos predicen un incremento de menos del uno por ciento sobre la tasa normal de cáncer (20 %) en el área.
Las evidencias iniciales de que un grave escape de material radiactivo había ocurrido en Chernobyl no vinieron de las autoridades soviéticas sino de Suecia, donde el 27 de abril se encontraron partículas radiactivas en las ropas de los trabajadores de la central nuclear de Forsmark (a unos 1100 km de la central de Chernobyl). Los investigadores suecos, después de determinar que no había escapes en la central sueca, dedujeron que la radiactividad debía provenir de la zona fronteriza entre Ucrania y Bielorrusia, dados los vientos dominantes en aquellos días. Mediciones similares se fueron sucediendo en Finlandia y Alemania, lo que permitió al resto del mundo conocer en parte el alcance del desastre.
La noche del lunes 28 de abril, durante la emisión del programa de noticias Vremya (Время), el presentador leyó un escueto comunicado:
“Ha ocurrido un accidente en la central de energía de Chernobyl y uno de los reactores resultó dañado. Están tomándose medidas para eliminar las consecuencias del accidente. Se está asistiendo a las personas afectadas. Se ha designado una comisión del gobierno.”
Los dirigentes de la URSS habían tomado la decisión política de no dar más detalles. Pero ante la evidencia, el 14 de mayo el secretario general Mijaíl Gorbachov decidió leer un extenso y tardío, pero sincero, informe en el que reconocía la magnitud de la terrible tragedia.
Sin embargo la prensa internacional manifestó que el informe dado por las autoridades rusas minimizaba la magnitud del accidente y deseaba encubrir en la mayor de las posibilidades los efectos colaterales y secundarios que arrojaría al mundo una catástrofe nuclear de esa magnitud, y que empezaban a ser evidentes en todo el mundo y sobre todo en Europa.
Todos los residentes permanentes de la ciudad y aquellos que vivían en la zona de exclusión fueron evacuados debido a que los niveles de radiación sobrepasaron todos los estándares de seguridad.
Se contaron en principio, más de 1500 omnibuses, en los cuales fueron transportados los habitantes hacia otros puntos de la Unión Soviética.
No obstante, hay gente que en la actualidad ha decidido volver, pese a saber que un regreso es el equivalente a una muerte segura.
Muchos de ellos, gente mayor, lo ha hecho sencillamente porque no soporta el aislamiento del resto de las personas al que fue sometido por el gobierno en las ciudades hacia donde fueron desplazados; abandonaron las casas prefabricadas en las que fueron “depositados”, y regresaron a morir al suelo que los vio nacer.
Efectos sobre la salud
Inmediatamente después del accidente, la mayor preocupación se centró en el yodo radiactivo, con un periodo de semidesintegración de ocho días. Hoy en día las preocupaciones se centran en la contaminación del suelo con estroncio-90 y cesio-137, con periodos de semidesintegración de unos 30 años. Los niveles más altos de cesio-137 se encuentran en las capas superficiales del suelo, donde son absorbidos por plantas, insectos y hongos, entrando en la cadena alimenticia.
Las formas físicas y químicas del escape incluyen gases, aerosoles y, finalmente, combustible sólido fragmentado. Sobre la contaminación y su distribución por el territorio de muchas de estas partes esparcidas por la explosión del núcleo no hay informes públicos.
Algunas personas en las áreas contaminadas fueron expuestas a grandes dosis de radiación en la tiroides, debido a la absorción de yodo-131, que se concentra en esa glándula.
El yodo radiactivo procedería de leche contaminada producida localmente, y se habría dado particularmente en niños. Varios estudios demuestran que la incidencia de cáncer de tiroides en Bielorrusia, Ucrania y Rusia se ha elevado enormemente. Sin embargo, algunos científicos piensan que la mayor parte del aumento detectado se debe al aumento de controles. Hasta el presente no se ha detectado un aumento significativo de leucemia en la población en general. Algunos científicos temen que la radiactividad afectará a las poblaciones locales durante varias generaciones.
Fauna y Flora
Después del desastre, un área de 4 kilómetros cuadrados de pinos en las cercanías del reactor adquirieron un color marrón dorado y murieron, adquiriendo el nombre de “Bosque Rojo” . Algunos animales en las zonas más afectadas también murieron o dejaron de reproducirse. Una manada de caballos abandonada en una isla a 6 km de la central nuclear se extinguió al desintegrarse sus glándulas tiroides.
En los años posteriores al desastre, en la zona de exclusión abandonada por el ser humano ha florecido la vida salvaje. Bielorrusia ya ha declarado una reserva natural, y en Ucrania existe una propuesta similar. Varias especies de animales salvajes y aves que no se habían visto en la zona antes del desastre, se encuentran ahora en abundancia, debido a la ausencia de seres humanos en el área.
En un estudio de 1992-1993 de las especies cinegéticas de la zona, en un kilo de carne de corzo se llegaron a medir hasta cerca de 300.000 bequerelios de cesio-137. Esta medida se tomó durante un periodo anómalo de alta radiactividad posiblemente causado por la caída de agujas de pino contaminadas. Las concentraciones de elementos radiactivos han ido descendiendo desde entonces hasta un valor medio de 30.000 Bq en 1997 y 7.400 en 2000, niveles que siguen siendo peligrosos. En Bielorrusia el límite máximo permitido de cesio radiactivo en un kg de carne de caza es 500 Bq. En Ucrania es de 200 Bq para cualquier tipo de carne.
Nota: El Bq (becquerel o becquerelio es una unidad derivada del Sistema Internacional de Unidades que mide la actividad radiactiva. Equivale a una desintegración nuclear por segundo.
3,7·1010 Bq = 1 curie.
En la actualidad
Con el paso del tiempo, el sarcófago construido en torno al reactor 4 justo después del accidente se ha ido degradando por el efecto de la radiación, el calor y la corrosión generada por los materiales contenidos, hasta el punto de existir un grave riesgo de colapso de la estructura, lo que podría tener consecuencias dramáticas para la población y el medio ambiente.
El costo de construir una protección permanente que reduzca el riesgo de contaminación cumpliendo todas las normas de contención de seguridad fue calculado en 1998 en 768 millones de euros. Ucrania, incapaz de obtener esa financiación en el escaso tiempo disponible, solicitó ayuda internacional. Varias conferencias internacionales han reunido desde entonces los fondos necesarios, a pesar de que el presupuesto ha ido aumentando sensiblemente por culpa de la inflación.
En 2004 los donantes habían depositado más de 700 millones de euros para su construcción (en total en esa fecha se habían donado cerca de 1000 millones de euros para los proyectos de recuperación), y desde 2005 se llevaron a cabo los trabajos preparativos para la construcción de un sarcófago nuevo, cuya construcción comenzó finalmente el 23 de septiembre de 2007, después de que el gobierno de Ucrania firmara un contrato con el consorcio francés NOVARKA y cuya finalización está prevista para principios de 2012. Antes de construir el nuevo sarcófago habrá que extraer del reactor 3 el combustible que aun contiene. Para ello se está construyendo en la propia central un centro de almacenamiento de residuos de alta actividad.
Se prevé que la construcción de este sarcófago en forma de arca permita evitar los problemas de escape de materiales radioactivos desde Chernobyl durante al menos cien años.
Imágenes (Chernobyl y Pripyat)
(Obvié las imágenes de las secuelas a nivel humano, no las creí adecuadas. En uno los links de las fuentes citadas se pueden ver los desastres que este incidente desgraciado ha hecho con los habitantes de la zona, y son imágenes que no recomiendo a personas sensibles.) 




 
 














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